Elegir la ropa que lucirán los niños en una boda puede no resultar una tarea fácil. Y es que muchos niños rechazan los trajes con los que no están cómodos o con los que se sienten disfrazados. Conviene, pues, no dejar esta decisión para el último momento e ir haciendo partícipes a los más pequeños del gran momento que van a vivir.
El secreto para que llegado el gran día los niños estén encantados de poder asistir a una boda es dejarles que participen de todo el proceso de elección de la ropa y complementos que llevarán. Así, conviene que, una vez conozcamos la fecha del evento, se explique a los más pequeños que el día señalado deberán asistir a una fiesta muy importante para la que deberán escoger la vestimenta.
En la actualidad existen numerosos establecimientos especializados en la confección y venta de trajes de ceremonia para los más pequeños, donde es posible elegir entre una gran oferta, desde los vestidos, hasta los zapatos y todos los complementos necesarios, como adornos para el pelo, corbatas o cinturones, por ejemplo.
No obstante, como los niños suelen aburrirse y cansarse si se les hace probar demasiados vestidos, es recomendable que antes de llevarlos de compras, hagamos nosotros una preselección de las tiendas que más nos gustan y de los modelos que mejor se adaptan a tan especial ocasión. De esta forma, la elección también será más fácil, pues habremos reducido al máximo los trajes entre los que tendrán que escoger el que más les guste.
Como norma general, las telas de los vestidos de los niños deben ser suaves al tacto. Además, los trajes y los zapatos deben ser cómodos de llevar, teniendo en cuenta la época en la que se celebrará la boda, con el fin de que no pasen ni frío ni calor. Así, es aconsejable que para el invierno se use el terciopelo, mientras que para el verano, son preferibles los rasos y las organzas.
Hoy en día existe mucha libertad a la hora de elegir el vestido para una boda. Dependiendo del tipo de ceremonia (si es civil o religiosa, si es formal o informal, si se llevará a cabo en la playa, en el campo o en la ciudad…), se podrá escoger un traje u otro, siempre y cuando sea un conjunto original, simpático y, sobre todo, acorde con la boda.
En cuanto al peinado, es convincente llevar a los niños a la peluquería días antes del evento para lucir un cabello en buenas condiciones. Además, si queremos que las niñas lleven un peinado especial, como un recogido original, un pelo adornado con flores o unos divertidos tirabuzones y no nos vemos capacitadas para realizarlo nosotras mismas, es recomendable pedir cita en la peluquería con antelación para hablar con la estilista del look que queremos y para escuchar sus recomendaciones. Normalmente, le hará una prueba para que la niña se habitúe y pueda hacer sugerencias sobre el peinado que le gustaría llevar y, el mismo día del evento nupcial, deberemos acudir para repetir el look escogido. Si la boda se va a celebrar en un día festivo, es importante, pues, hablar antes con el peluquero para ver si estará disponible.
Por otra parte, si los niños hacen de pajes o portan las arras, no habrá elección posible, ya que el traje ya estará escogido. En estos casos, pues, bastará con pedir cita en la boutique seleccionada y acudir con los niños para que les tomen las medidas y adapten los vestidos a su tamaño. En el mismo establecimiento te orientarán sobre todos los pasos a seguir y te aconsejarán sobre todo lo que necesitas para completar el look de tu hijo. Es recomendable, asimismo, que días antes de la boda acudas de nuevo a la boutique para comprobar que el vestido se ajusta a la perfección a las medidas del niño, ya que, si lo has comprado con bastante tiempo de antelación, es posible que se le haya quedado pequeño.
Pero, ¿qué hacer en este caso si los niños se niegan a llevar el traje que han seleccionado para ellos? Para conseguir entusiasmar a los más pequeños y que quieran llevar la ropa elegida, no hay receta única. Lo mejor es intentar negociar con ellos, que te expliquen qué es lo que no les gusta del conjunto para ver si es posible cambiarlo por otra cosa. Además, como ya hemos comentado, conviene hacerles partícipes de todo el proceso de adquisición del traje.
Por eso, aunque no podamos dejarles elegir el vestido, quizás sí pueden escoger algunos complementos o el peinado que lucirán. Aunque con las niñas no suele haber muchos problemas en estos casos (les encanta vestirse con un vestido romántico, ya que les hace parecer una princesa de un cuento), si se negaran a llevar la ropa elegida, es posible convencerlas si, a cambio, se les maquilla un poco o se les dice que, con ese vestido, serán, junto a la novia, las chicas que captarán todas las miradas.
Artículo extraído de la revista Sposabella
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