Hay peinados para todos los gustos: largo, corto, melena, recogidos, semirecogido. Más allá de la opción elegida lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el peinado de bodas es la personalidad. De nada sirve un look perfecto si no te sientes a gusto con él, si no sientes que expresa tu personalidad, que puedes ser tu misma con él.
Entonces bien, más allá de estilos y tendencias a la hora de mirar las revistas y probar ideas lo primero que debes considerar es si de veras te sientes reflejada en ese peinado, si consideras que potencia tu personalidad. Hay mujeres que en apenas unos segundos encuentran su rumbo en materia de peinados pero otras deben acudir en busca de socorro.
En estos casos lo mejor es hablar con un estilista o peluquero, en lo posible con la foto del vestido para que el profesional tenga el cuadro perfecto de la situación. Una vez encontrado el estilo, hay que pasar a la segunda etapa: la primera selección.
Lo siguiente son las pruebas de peinado porque una cosa es imaginar y otra ver. Creo que este paso es el que permite realizar la elección final con certeza. En lo posible, sería bueno si esta prueba coincide con la última prueba de vestido para así ver el aspecto en su conjunto y realizar pequeñas modificaciones en el cabello, de ser necesario
Fuente: webboda.es
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